Utilizo la fotografía y el 3D para sostener un espacio liminal. Me interesa cómo el gesto humano puede interrogar nuestra comprensión del ámbito digital y, a su vez, cómo el paisaje tecnológico actual redefine el espacio de la experiencia sensorial.

Más allá de las fronteras rígidas entre lo físico y lo digital, me interesan las nociones de entrelazamiento. Esta perspectiva contempla el entorno digital como una dimensión afectiva de nuestra vida cotidiana. También plantea la pregunta sobre qué temporalidades alternativas podrían emerger ante este paisaje tecnológico.

Mi método es contraintuitivo: uso tecnologías actuales para ir más despacio. La imagen deja de moverse al servicio del relato para incluir en la obra las preguntas más simples: ¿qué significa, siquiera, comprender qué es un medio?, ¿cómo se produce?, ¿cómo interactuamos con él?, ¿cómo se relaciona la tecnología con la realidad?

El medio es el mensaje, pero la sensación es el medio. Es una red reverberante. No es irónica; es empática. La cercanía modela el entorno y, a cambio, es modelada.